lunes, 11 de julio de 2011

Gobernar en Buenos Aires

Las ultimas elecciones de Senadores plantean sin duda un panorama complicado para quien resulte en el futuro próximo como Primer Ministro del Reino.
Por un lado, la conformación de la cámara de Senadores, si bien ha logrado un equilibrio de poderes de los partidos inexistentes hasta este elección - Ya que la cámara era dominada por el PaDeBon - Será muy dificil lograr un consenso como el que tuvo y desperdició la Primera Ministra Brenda Bierhoff durante su actual gestión. En ella, mandataria y parlamento discurrían por el mismo sendero, por lo que la acción política se veía allanada por el servilismo de las cámaras. Ahora, quien asuma como Primer Ministro, deberá lidiar con una cámara que muy dificilmente se pondrá de acuerdo, y que pondrá trabas a la libertad que hasta ahora caracterizó a los primeros mandatarios bonaerenses.
Por otro lado, quien asuma esta responsabilidad, deberá ser conciente del inmenso trabajo inconcluso que deja la presente gestión, debido a los lapsos de larguísima inactividad, que han sumido a Buenos Aires en una especie de sopor del que aún no puede despertar. Un tímido repunte en las participaciones en la OMU, pero de política interior, aún seguimos esperando que se ponga en marcha la maquinaria político administrativa.
finalmente, el ascenso del socialismo, en una micronación caracterizada este ultimo año por un marcado conservadurismo, no será aceptado sin reticencias, y quien asuma el mando, deberá poner a prueba su muñeca política para evitar la crísis institucional.
En fin, estas elecciones abren un panorama esperanzador, pero sumamente preocupante para quien decida poner su rúbrica en la primera magistratura.